Archivos

Una Mirada al Nuevo Año

1.49KVistas

003Estamos acostumbrados a escuchar que durante los primeros días del año las personas hacen listas que contienen sus nuevos propósitos para el año que comienza. Eso se ha vuelto tan común que ya no nos llama la atención hacer nuestra propia lista de propósitos. Quizá sea porque estamos pensando que nosotros mismos nos encontraremos envueltos en la ola de desinterés y desanimo que acompaña las metas que nunca se alcanzan. 
 

Seamos sinceras con nosotras mismas. Aunque es posible que al año pasado no hicimos una lista de propósitos, Dios fue tan bueno con nosotras que nos dio más de lo que pedimos y nos permitió inclusive alcanzar metas que nunca estuvieron en nuestra mente. Todo esto debido a que tenemos un Dios maravilloso que tiene un plan para nuestra vida aunque nosotras no lo entendamos. ¿Puedes recordar las ocasiones durante el año 2012 en las que tuviste momentos especiales que te produjeron mucha felicidad? ¿Recuerdas aquellos tiempos malos en los que pensaste que nunca podrías salir de esas circunstancias tan adversas? ¿Y qué de aquellos tiempos de frustración donde pensaste que Dios se había olvidado de ti y que no valía la pena orar para insistir en lo que tal vez nunca se lograría? Seguramente en este examen sincero sobre el 2012 también puedes recordar momentos de gran felicidad y alegría que te hicieron sentir que estabas flotando sobre nubes de algodón.

¿Qué tiene Dios para ti en el 2013?
Todo lo anterior mencionado formó parte del plan de crecimiento espiritual que Dios tiene para sus hijos fieles y para este nuevo año la lista de bendiciones de Dios para ti seguramente ya está preparada aunque tu lista todavía no lo esté. Por eso quiero ayudarte a pensar en algo que tal vez pueda ser el inicio de una mirada honesta y de proyección para tu vida en el nuevo año.

Como seres humanos tenemos necesidades que siempre deben ser satisfechas. Cuando leo la historia de la mujer de Sunén que cuidó del profeta Eliseo quisiera poder decir como ella le contestó a Eliseo cuando éste le preguntó qué podía hacer por ella para agradecerle tanta bondad. La mujer le contestó: “Yo habito segura en medio de mi pueblo”, que sería lo mismo que decir: “no me falta nada, me llevo bien con todos” (puedes leer la historia en 2 Reyes 4:8-37). Las mujeres por naturaleza siempre sentimos que tenemos necesidad de algo aunque todo esté cubierto. Para este nuevo año quisiera llamarles la atención a algunas necesidades que debieran estar incluidas en nuestra lista de propósitos:

1. En este nuevo año necesitamos dejar atrás el pasado y seguir hacia adelante – Muchas mujeres viven martirizándose con el pasado y con aquellos asuntos que no pudieron resolver, o con aquellas experiencias negativas que les produjeron dolor y sufrimiento. Puedes seguir asumiendo esa actitud de mártir en el 2013, pero te animo a que  hagas lo que aconseja el apóstol Pablo: “No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado, más bien, una cosa hago; olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hasta la meta…” Fil. 3:12-14). Lo que no pudiste hacer en el 2012 ya quedó atrás ahora tienes un nuevo año delante de ti, esfuérzate y sigue buscando las bendiciones reservadas por Dios para ti este año.

2. En este nuevo año necesitamos aprender a aprovechar las oportunidades – Los almacenes de tesoros celestiales están llenos de múltiples oportunidades que nos permitirán crecer en las diferentes áreas de la vida. No dejemos pasar esas oportunidades por estar tan enredadas en las cosas triviales y pasajeras de la vida. Agudicemos nuestros sentidos para descubrir cuando Dios nos está colocando en situaciones que producirán bendición y aprovechemos esas oportunidades porque tal vez no se vuelvan a repetir. Recuerda lo que dice Salomón: “Todo lo que te venga a la mano para hacer, hazlo con todo empeño, porque en el sepulcro adonde te diriges no hay trabajo, ni planes, ni conocimiento, ni sabiduría” (Ecle.9:10).

3. En este nuevo año necesitamos seguir las indicaciones de Dios al pie de la letra – Esto quizá resulta más fácil de decir que de cumplir, pero es una gran verdad. Cuando hacemos las cosas a la manera de Dios todo sale bien porque como dice el profeta Jeremías: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”(Jer.29:11).

4. En este nuevo año necesitamos aprender a reclamar con más fe las promesas de Dios – ¿No te ha pasado que en ocasiones sientes que las promesas de Dios se cumplen en otros y no en ti? Eso tal vez se debe a que no las reclamamos con el grado de fe que se necesita para esperar pacientemente en el cumplimiento de las promesas. En el libro de Santiago dice: “Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor, es indeciso e inconstante en todo lo que hace” (Sant. 1:6,7)

5. En este nuevo año necesitamos buscar el desarrollo de las disciplinas espirituales como una prioridad  en nuestra vida – Los afanes y desafíos de la vida nos alejan de Dios. Si bien es cierto que debemos atender los menesteres de nuestro diario vivir, también es cierto que cuando Dios es lo primero como dice la Biblia, “lo demás viene por añadidura” (Mat. 6:33). La mujer cristiana que desea tener un año victorioso debe hacer de sus encuentros con Dios una prioridad en su vida diaria.

Seguramente al leer estas sugerencias sientes que debes hacer algo para trabajar por tu vida espiritual en el nuevo año, pero no dejes que esto sea tan solo una impresión. Planifica tu programa personal para el 2013 tomando como  tu declaración de visión lo que dice Filipenses 4:8 “Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio”, y verás que este año será de grandes logros en tu vida espiritual y personal.