Permíteme llevarte de nuevo al comienzo de nuestra relación ¿Te acuerdas del día en que me pediste que fuera tu Señor y Rey? Yo sí lo recuerdo, porque escribí tu nombre en el libro de la vida en ese preciso instante, y tú entraste en una relación de amor conmigo. ¡Todos los ángeles del cielo se regocijaron!
Nuestra relación nunca será destruída por nada ni nadie. En una época estuviste perdida, pero ahora ya te he hallado y mi Espíritu vive en ti, tú eres mía.
No quiero que permitas que la locura y la confusión de esta vida te distraigan y no te permitan conocerme personalmente. Así que recuerda la verdad: párate sobre ella, léela, ora proclamándola, obedécela y camina por la vida consciente de esta preciosa verdad: tú eres mi princesa.
Con amor,
Tu Rey y tu Verdad
(Tomado de Cartas de amor de tu Rey – Sheri Rose)
