Desde Mi Hogar

Organiza tu Cocina

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Aunque los adelantos de la vida moderna nos han facilitado mucho el trabajo del hogar, hay un área de la casa en la que pasamos la mayor parte del tiempo. ¿Puedes adivinar cuál es? Si dijiste la cocina, acertaste, porque ese es el lugar que más tiempo nos consume y que más frecuentamos.  Es allí donde recibimos la mayoría de las visitas (por lo menos eso me pasa a mí) mientras elaboramos los alimentos, o mientras terminamos de limpiar y organizar todo lo que usamos en la preparación de los alimentos.

Siendo que ese lugar es tan importante, y que nos consume tanto tiempo, ¿por qué no organizar nuestra cocina de manera funcional de acuerdo a nuestras necesidades?  Vamos a tomar unos minutos para pensar cuántas de estas ideas pueden resultar de beneficio para nosotras.

1. Dale una mirada a tu cocina e identifica todas las cosas que no deben estar allí – Con frecuencia tenemos en la cocina algunas cosas que no deben estar allí. Tal vez las colocamos temporalmente y ya tienen varios meses ocupando un lugar, por eso con una mirada general podrás identificar si hay algo que debe salir de la vista porque no pertenece a la cocina.

2. Organiza los gabinetes – Para que el trabajo te quede bien, lo primero que debes hacer es sacar todas las cosas de los gabinetes (uno por uno), limpiarlos y volver a colocar los utensilios en forma organizada de acuerdo a su uso y clasificación. Un ejemplo seria: los vasos, los platos, las bandejas de servir, las tazas, las jarras para jugos o bebidas, las ensaladeras, etc. Tal vez tengas utensilios que usas para el diario y otros para cuando tienes visitas, de manera, que será necesario designar un lugar específico para esas cosas recordando que lo de uso diario debe estar a la  mano.

3. Limpia y organiza el mesón de trabajo – Algunas amas de casa prefieren tener los artefactos eléctricos sobre el mesón de trabajo, mientras que otras prefieren tener un mesón libre de esos objetos y solamente dejar a la vista algunos objetos de decoración o plantas. Eso deberá ser considerado de acuerdo al gusto de cada una, pero mientras más espacio tengas libre para trabajar mejor será.

4. Organiza la despensa – Esta es una tarea que debe realizarse y supervisarse con frecuencia porque hay la tendencia de acumular muchas cosas en la despensa que a veces ni se usan, o que se compraron doble porque no se dieron cuenta de que ya tenían eso en la casa, o porque no la encontraron cuando se necesitaba. Lo mejor es sacar todo de la despensa. Revisar las fechas de vencimiento de cada producto y tirar aquellos que ya no deben usarse. Luego agrupa en las repisas los alimentos por categorías. Un ejemplo es: el lugar para los cereales fríos y calientes, los granos, las harinas, los enlatados, los líquidos (aceites, salsas, etc.) Recuerda colocar hacia adelante aquellos productos cuya fecha de vencimiento se acerca para ser usados lo más pronto posible.

5. Las gavetas – En estos espacios con frecuencia tenemos paños de cocina, cubiertos, cuchillos, cucharas para cocinar, y otros utensilios. Saca todo y limpia las gavetas. Luego determina dónde vas a colocar los cubiertos del diario, y los utensilios que usas para cocinar. Estos deben estar lo más cerca posible de tu estufa de manera que sea fácil de alcanzarlos mientras cocinas. Los cuchillos de igual forma deben estar en un lugar accesible, pero cuidado de no colocarlos donde los niños pequeños los puedan alcanzar. Seguramente tienes una gaveta donde guardas recibos, velas, una libreta pequeña, lapiceros, o muchas otras cosas. Mantén esa gaveta limpia y ordenada porque será más fácil de encontrar lo que buscas en ella cuando sea necesario. No olvides tirar a la basura los recibos que ya no necesitas.

6. Los útiles de limpieza – En la mayoría de las cocinas el gabinete que está debajo del fregadero se usa para guardar los utensilios para la limpieza tales como jabón para lavar platos, desinfectante para la cocina, limpiador para el horno, esponjas, bolsas plásticas y otros. Todos esos productos deben estar agrupados de acuerdo a su uso y descartados inmediatamente que se terminen. Si tienes  niños pequeños debes colocar algún sistema de seguridad de los que venden en la tiendas en la sección infantil, porque de esa forma  evitarás que tus niños con su curiosidad puedan tocar, o ingerir cualquiera de esos productos.

7. El refrigerador – Antes de ir de compras es recomendable darle una revisada y limpieza al refrigerador. Todo lo que no se consumió y que ya tiene varios días allí debe eliminarse.  Una vez limpio puedes darle una enjuagada con una solución de bicarbonato de soda disuelto en agua para eliminar olores y bacterias que con frecuencia se acumulan en la refrigeradora.

8. El microondas – El uso de este artefacto cada vez es más frecuente. Para mantener limpio el interior del horno no cocines ni calientes los alimentos sin antes colocarles una tapa. Este sencillo consejo te ahorrará mucho tiempo en la limpieza.

9. Organiza las especias que usas para cocinar – Consigue uno de esos organizadores plásticos que venden donde puedes colocar las especias en forma organizada de acuerdo al uso más frecuente que le das. Lo más recomendable es tener las especias para alimentos salados juntas tales como (pimienta, sal de ajo, orégano, comino, etc.) y las que se usan para dulces (canela, vainilla, nuez moscada, clavos, etc.) en otro lugar.

Querida amiga, siendo que este lugar es tan frecuentado por nosotras, ¿no te parece que hacemos bien en mantenerlo organizado y agradable para que la tarea se nos haga más fácil? Personalmente creo que una cocina organizada y limpia es esencial para el bienestar de todos en casa, adicional a que es por ese lugar por donde muchas veces pueden entrar a nuestra casa las enfermedades. Si la cocina no está limpia, el manejo de los alimentos será inadecuado y por consiguiente pueden enfermarse los  miembros de la familia. Te invito a que le dediques un tiempo a tu cocina y luego te sientes cómodamente a tomarte una tacita de chocolate o de té caliente como premio al trabajo realizado, (pero usa un vaso desechable para que no tengas que lavarlo).